Hablar de ezquizofrenia es meterse muchas veces en camisa de once varas, si no se es un especialista en la materia. El término suele ser confuso, pero de igual forma, ha sido ya tan trivializado por propios y extraños de psiquiatría y psicología que se ha convertido a veces hasta en un cliché de esta mal entendida época post moderna y globalizada.
La esquizofrenia, entendida en los más simple del término alude a un desorden mental que provoca una especie de "división" - de ahí el término que proviene del griego schizein (romper o dividir) y phrēn (razón o entendimiento), es decir una mente dividida, la cual confunde y desvirtúa la realidad , la cual ya no se fía de los filtros de los sentidos, que nos sirven como ventanas para percibir el mundo.
El término pues, resulta especial , cuando no francamente efectivo para designar un trabajo discográfico.
Portada del álbum Schizophrenia de 1967 |
Y es que mas allá de llamar la atención con el título, el álbum de Wayne Shorter de 1967, editado bajo el sello Blue Note, es efectivamente un trabajo que podría denominarse "border" dentro del jazz. En la auténtica frontera entre el saber y el querer, entre las tradiciones del post bop -escuela o sub género al cual Shorter había enriquecido a lo largo de los 60´s con su sonido y sobre todo mediante sus composiciones, las cuales muchas de ellas, se han convertido con el paso de los años en nuevos "standards" del jazz - y lo que a partir de los trabajos de Ornette Coleman, Eric Dolphi y el gran "Trane" Coltrane, fué denominado free jazz.
Este disco marca uno de los primeros intentos serios de Shorter por asimilar el sonido de "Free Contenido, o Pseudo-Libre" que había desarrollado de la mano de Miles Davis en su célebre "Segundo quinteto" el cual a partir de 1964 habría revolucionado una vez mas el sonido sincopado al presentar ese eslabón casi perdido entre el jazz modal y el free. Wayne Shorter , junto con Herbie Hancock, Tony Williams, Ron Carter, y el propio Miles Davis le habían entregado al mundo una maravillosa innovación cuando ya nada parecía probable por innovar.
Miles Davis y Wayne Shorter , durante un concierto en 1965 |
Wayne, además de ser un espléndido intérprete del sax tenor, se había convertido poco a poco en un verdadero referente como compositor dentro del Jazz. Es innegable que tras la partida prematura de Coltrane a otra dimensión, el mundo del jazz volvió sus ojos hacia Shorter.
Se ha hablado mucho acerca de que si fué su auténtico sucesor, y aunque con el paso del tiempo Shorter ha alcanzado un lugar por méritos propios y por haber desarrollado un lenguaje musical también muy particular, la sombra de Coltrane siempre ha estado muy cerca de él. Desde su parecido físico, su intención en el ataque de las notas, su complejidad en el desarrollo de escalas politonales, y sobre todo su interés en impregnar de misticismo y espiritualidad su música. No se equivocaba Coltrane al recomendarlo con Miles Davis para que ocupara su lugar en el quinteto, en 1960.
Finalmente, Shorter pudo desarrollar una vertiente realmente interesante de la Fusión, ese sub género que había ayudado a nacer a lado de Miles al grabar Bitches Brew en 1969, al convertirse en líder de Weather Report junto a Joe Zawinul y desarrollar otro lenguaje que uniría al rock con el jazz durante los años 70´s bajo las alas de uno de los grupos más completos y sofisticados, incluyendo en el bajo eléctrico al virtuoso Jaco Pastorious.
El SuperGrupo Weather Report, al centro, Wayne Shorter |
Y Schizophrenia muestra perfectamente esas dos etapas de Shorter. Al ser básicamente un álbum que se mueve al filo del post bop, y también entrando en terrenos del Free, nos recuerda a cada corte musical que en los años finales de la década de los 60´s, Shorter ya había acumulado suficiente conocimiento y sobre todo auto-confianza, reflejo de sus cada vez mejores composiciones que habían llenado dos o tres trabajos anteriores y que se pueden considerar como verdaderos clásicos del género.
Para Schizophrenia decide llamar a sus compañeros de andanzas con Miles: Herbie Hancock en el piano y Ron Carter en el bajo, pero además cuenta con James Spaulding tocando el saxofón alto y la flauta, lo cual hace evocar a Eric Dolphi, Curtis Fuller, trombinista épico que había dado consistencia a muchísimas grabaciones en Blue Note (incluyendo a Blue Train de... si adivinaron, John Coltrane, en 1957) y Joe Chambers, un baterista bastante solvente para efectuar cambios de ritmo sorprendentes y mejorar los saltos cuánticos entre el Bop, el Jazz Modal y la Fusión, triple leimotiv del presente trabajo discográfico.
Así, Shorter nos sorprende con una especie de alineación ampliada, pues es raro encontrarlo trabajando con sextetos en otros discos anteriores como líder, sin embargo aquí se presiente un poco lo que un par de años mas tarde se convertiría en el nuevo paradigma de la modernidad en el Jazz, donde grupos amplios conservan la identidad para cada ejecutante, marcando un hilo conductor ténue pero sólido alradedor de la figura del líder de la agrupación. Aún no existen instrumentos electrónicos en Schizophrenia, pero el espíritu vanguardista de la Fusión, ya se encuentran ahí, al menos en estado embrionario.
"Tom Thumb" aún suena al mejor Post Bop, con líneas melódicas claras y un tema con ataque clásico por la sección de metales. "Go" , es sumamente sensual y hace recordar el espíritu de "Speak no Evil" de 1964, con un Herbie Hancock a plenitud, el tema que da título al álbum "Schizophrenia" se presenta vertiginoso en los cambios de acordes, una llamada de atención hacia Coltrane, cuyo fantasma ronda por la pauta de éste track. Luego llega "Kryptonite" una pieza original de Spaulding, que hace lucir su flauta y nos recuerda que nuevas épocas están por llegar, "Miyako" es un remanso reflexivo y nos muestra a un Shorter maduro y paternal, pues la pieza tiene el nombre de su entonces pequeña hija, y finalmente "Playground" que muestra toda la fuerza del sexteto y sobre todo el punch contenido de Wayne, saliendo y entrando sin llegar a ser previsible, justo cuando se requiere, ni mas ni menos.
Después de éste álbum , Wayne iniciaría su aventura eléctrica sin mirar hacia atrás.
Atado un tiempo más al genio de Miles, con quien alcanzaba definitivamente al futuro enmedio del huracán que significaría Bitches Brew, y luego con su propio proyecto setentero, Weather Report, éste prolífico compositor y virtuoso ejecutante que naciera en 1933 se convertiría con el paso del tiempo en una referencia obligada para comprender el tránsito entre la síncopa de los años sesenta al mejor estilo de Blue Note y el paso al beat electrico que correspondería al nuevo ADN del jazz a partir de 1970.
Les dejo ahora el tema Kryptonite, escuchen por favor a James Spaulding abriendo el track con su flauta.
Hasta pronto!!!