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jueves, 17 de noviembre de 2016

Hermandad en el Rock

Parte 1.
Los Explosivos Davies

  "La familiaridad engendra desprecio"    
     Esopo.
Los hermanos Ray  y  Dave Davies, alma y motor de los Kinks


El amor filial, como quiera que se entienda, puede trascender el espacio familiar de una recámara, o una estancia, un garaje o incluso un salón de clases, para convertirse en un trama creativa que lleva de la mano a dos o más hermanos a convertirse en socios y cómplices sobre un escenario.
Del amor entre hermanos a la ruda y cruda sociedad en un proyecto musical profesional, muchas veces  no queda gran cosa, excepto resentimientos y sensación de pérdida.
Casi siempre que se inicia una carrera musical compartida por seres que provienen del mismo seno materno, las expectativas de éstos, sus familiares y del público en general son muchas. ¿Por qué? , por la simple y llana razón de que se asocia siempre la cercanía de crianza, con el ingrediente básico que busca un grupo humano: La comunicación, la intimidad y la solidaridad. Generar lazos de sangre es a veces tan efímero y tan difícil que es no menos que una utopía.

Los verdaderos fundadores de la civilización: Caín y Abel, ellos , los primeros hermanos en donde se cristalizaba la esperanza de la preservación de la especie, aunque no sabemos exactamente con cual fémina disponible ellos podrían engarzar su masculinidad para que se consiguiera el tan anhelado fin de la reproducción de la especie (¿no sería factible imaginar que todo el alboroto causado entre los dos hermanos muy buenos que tuvieron que pelear, como dice el famoso corrido mexicano  , sería causado por unas caderas femeninas de cadencioso balanceo?).

En este caso, el papel de Dios Padre vendría a ser el del árbitro en partido de fútbol  donde sus decisiones siempre salieran cuestionadas, hasta ocasionar la ira de uno de los congéneres que derivaría en el primer fratricidio de la historia.

Así pues, no es de extrañar que la relación entre hermanos a los que gustosamente los une el amor a la música, se convierta en una aventura que muchas veces termina en tragedia familiar de proporciones épicas, y sensaciones agridulces. Cuando un guitarrista en ciernes tiene a un hermano al que le gustan los mismos estilos musicales, y además sabe tocar el bajo, o los teclados, muy frecuentemente terminarán en la misma banda.

Los peleoneros hermanos Davies, ejemplo clásico y perenne de lo que se puede lograr en una familia disfuncional y una relación de amor – odio entre carnales.
Ray, el hermano mayor, líder de los Kinks, uno de los mejores letristas que ha dado el rock, carismático, e intelectual. Mordaz en sus letras y camaleónico en los estilos por los que ha hecho atravesar a la banda a lo largo de casi 55 años de carrera, aunque con un paréntesis enorme de inactividad, ocasionado precisamente por una continua discordia con su hermano Dave. el menor de los Davies y responsable entre otras cosas de generar lo que para muchos es el riff de guitarra más célebre en el rock, la de su canción número 1 de 1964 : “You Really Got Me” himno Kink por excelencia.


Los hermanos habían crecido en una típica familia londinense de la post-guerra en el barrio de Muswell Hill, en donde la vida era por definición dura y competitiva, marcando el carácter de los Davies para sus actividades escolares y musicales. Cada quien jalaba por su lado , ya que Ray, al ingresar a la escuela de arte Hornsey College, formó varias bandas que no alcanzaban estabilidad y menos notoriedad. Dave Davies también ya había empezado a rolar en algunas bandas de chicos contemporáneos, y fue hasta que un amigo en común y futuro bajista de The Kinks llamado Peter Quaife, logró conciliar la conflictiva relación  de los hermanos, que se gestó su primera aventura musical en común integrando The Ravens, nombre que su productor Larry Page, cambiaría a The Kinks, para la inmortalidad. 

Es de llamar la atención sin embargo, que la banda originalmente fue fundada por Dave y por Peter Quaife, y posteriormente se integraría su hermano Ray, primero como guitarrista rítmico y apoyo en coros, pues las canciones que interpretaban eran en su mayoría compuestas por el menor de los conflictivos hermanos.


 Con el paso del tiempo el talento como letrista de Ray, además de su personalidad controladora y mandona de típico hermano mayor, hizo que se convirtiera en el líder Kink, y comenzara a monopolizar prácticamente toda la función creativa incluyendo la voz principal en casi todas las canciones. Sin embargo, cuando Dave empezó a componer obras mayores como  “ Death of a Clown” en 1967  y Susannah´s Still Alive” en 1968, quedó de manifiesto que también poseía suficiente talento como letrista , además de ser un guitarrista fuera de serie. Es en éste período, siendo ya los Kinks un grupo con  fama y notoriedad , referentes del rock británico, cuando Dave dejó ver parte de sus sentimientos más profundos, precisamente a través de la doliente y exquisita "Muerte de un Payaso". 



Según el mismo lo cuenta en su autobiografía llamada "KINK" , estaba atravesando por un momento en el que no obstante tener todo (dinero, fama, una esposa y un hijo por nacer) se veía a sí mismo como "Un artista de circo. Todos esperaban que fuera el alma de la fiesta, en los pubs, los clubes, o donde fuera. Estaba deprimido. Desencantado. Me molestaba que la gente se aprovechara constantemente de mí de mi generosidad, de mi manera de ser, esperando que actuara y fuera de una manera determinada. Sin tener en cuenta mis verdaderos sentimientos”.  

Ese cúmulo de verdades, tal vez largamente reprimidas y en gran parte causadas por la tortuosa relación con su hermano Ray, fué traducida en una de las letras más logradas e intimistas que Dave pudiera realizar. 

Y no obstante todo ésto, fue el genio musical de su hermano mayor el responsable de enmarcar ésa confesión dolorosa con una música de ensueño, contando además con la participación de la esposa de Ray, Rasa Davies, su cuñada , quien se encargó de los coros etéreos "la, la , la" . La canción salió como sencillo de Dave, y posteriormente fue insertada en el álbum Something Else de la banda, aparecido en aquel mismo 1967.

Dave, siguió componiendo canciones cada vez más solventes, “Susannah's Still Alive” (1968), “Lincoln County” (1968) y “Hold My Hand” (1969). De hecho, el por entonces representante de los Kinks, Robert Wace propició una sesión de grabación para que fuera lanzado un disco como solista de Dave. Todos esperaban que iniciara su propia aventura en solitario después del éxito obtenido por Death of a Clown, sin embargo él mismo confiesa en su autobiografía que el sentimiento de camaradería y unión que imperaba en el grupo eran más importantes para él, por lo que decidió continuar en la nave de los Kinks hasta el final. Podría suponerse que a pesar del dolor o la inseguridad personal, de la agotadora figura omnipresente de Ray sobre sus proyectos y sus ideas musicales, Dave requería esa dosis de familia, de sentirse parte de un grupo, o de un lugar.

Es curioso, pero con todas esas canciones que se acumularon como sencillos, se editó un álbum con el inquietante título "Dave Davies , El álbum que Nunca Fue" , una especie de juego tortuoso del "hubiera" musical.



La formación musical de los Kinks lo deben entre otras cosas a la variedad de temáticas sonoras a los que estaban expuestos por sus otros 6 hermanos. Del jazz al R&B , del blues al vodeville, todo cupo en la licuadora de inspiración que años más tarde se cristalizaría en el legado de los hermanos Davies.  Sin embargo, fue la forma de narrar diversas aristas de la sociedad inglesa, aunado a un desarrollo en el concepto de la canción pop lo que llevó a Ray Davies a convertirse en uno de los más prolíficos y geniales compositores, no solo del Rock, sino de gran parte de la música popular de la segunda mitad del siglo XX.

Portada del álbum "Phobia" de 1993
El caso de los hermanos Davies,  aunque plagada de tensiones internas por los caracteres explosivos y ególatras de ambos, no deja de ser espectacularmente conmovedor, pues en todos los discos oficiales de la banda desde 1964 hasta 1994, es decir, a lo largo de 30 años de grabaciones, los únicos miembros permanentes y originales han sido ellos. 

Prueba de que el genio creativo de los Davies lírica y musicalmente, trascendió pleitos y desencuentros. A partir de 1996, cuando oficialmente se disuelve la banda, cada uno de los hermanos se embarca en sus proyectos solistas, y es Dave quien ha editado más discos, posiblemente por la necesidad de encontrar al fin un espacio propio para desahogar la creatividad que muchas veces le fue regateada con vehemencia por parte de Ray.


Acostumbrados a competir por la atención de sus padres, en una familia de ocho hermanos donde ellos fueron los dos únicos varones, Dave asegura que Ray ha sido feliz solamente durante tres años en toda su vida “ esos tres años fueron los que él vivió antes de que yo naciera”  comenta de manera lacónica el gran guitarrista.

El hecho de tener una competencia permanente, y de lidiar con sentimientos muchas veces confusos y contradictorios ha generado en Dave cierta actitud de reserva y desconfianza hacia su hermano Ray, de quien dice, “Es una persona con serios problemas de Narcisismo y desordenes de conducta relacionados con delirios de grandeza”. En 1973 Ray Davies tuvo un intento de suicidio, después del cual fue diagnosticado como una persona con transtornos maniaco-depresivos.

En la biografía “Ray Davies, a Complicated Life”, el autor Jhonny Rogan llega a la conclusión después de haber entrevistado a muchas personas que convivieron con los Davies, de que “Ray es una de esas personas de las que no se puede decir alguna palabra positiva (referente a su carácter) después de haber trabajado de cerca con el.”

Dicha apreciación después se vuelve extensiva al hermano menor, y al final se relata de forma tragi-cómica que cuando estabas cerca de los Davies en el plano laboral, terminabas experimentando una especie de “Síndrome de Estocolmo” en el cual los secuestrados producen sentimientos de aprecio y empatía hacia sus captores.

Dave Davies sufrió un ataque al corazón, cuando tenía 57 años, por lo que tuvo que permanecer inactivo, sin poder hablar ni moverse durante un buen período de tiempo , su recuperación fue muy lenta y problemática. Dave recuerda éste suceso como una oportunidad que tuvo para conocer mejor a su hermano, porque como él mismo lo expresa “En esos momentos difíciles, siempre esperas el apoyo de tus familiares, pero no sabía si Ray se sentía contento o ¡celoso! de mi enfermedad, ya que por primera vez en mucho tiempo, las atenciones las tenía yo. Incluso cuenta que a pocos días de haber sufrido el mencionado colapso, supo horrorizado que Ray pedía a gritos un doctor por un terrible dolor de estómago. El médico arribó a su domicilio en plena madrugada y después de revisar al “Jefe Kink” se limitó a decir, “su estómago está perfecto, el problema es que Ray requiere más atención”.


Tal vez ese fue el meollo del asunto en la conflictiva relación filial. Un hermano mayor dotado con una capacidad extraordinaria para ser cronista, un observador agudo y un líder que se apoya más en sus habilidades intelectuales que en el manejo adecuado de sus relaciones interpersonales, haciendo frente y contrapeso a el hermano menor que vino a quitarle la atención de sus padres, que fue dotado de un virtuosismo musical y que prefiere vivir experiencias y no contar lo que otros viven.  

El eterno conflicto entre los roles familiares pre asignados y por tanto, muy interiorizados por ambos personajes. Tanto así que Dave alguna vez recordó con cierta amargura “ Ray es un auténtico vampiro. Me succiona completamente mis ideas, mi creatividad, mis emociones. Es realmente un ser tóxico para mí”

Durante la grabación del álbum Uk Jive en 1989, surgió una pelea de proporciones épicas, precisamente cuando Ray le metió mano a la mezcla de la canción “Perfect Strangers” la cual es de autoría de Dave, y significaba en aquel momento mucho para él. Es curioso, pero en el formato del álbum en vinyl (que por entonces era el formato que aún se consideraba dominante) no apareció la canción, y solo aparece en el formato de CD. 
El caso es que al regresar de un descanso de fin de semana, Dave se dio cuenta de que se había modificado sustancialmente el sonido de su guitarra durante la mezcla comandada por Ray , lo que sigue es un intercambio de “sutilezas” entre los hermanos:

Dave: “ Como se supone que puede expresar lo que yo soy realmente si te la pasas tomando mi energía”  
Ray:  “Puedo hacer lo que se me venga en gana, ya que YO SOY UN GENIO” 
Dave: “No eres ningún genio solamente eres un Pen…

Acto seguido empezaron los golpes y el caudal de insultos cada vez mas subidos de tono.  Uno de los asistentes del estudio comentó después que nunca había visto a dos seres humanos recriminarse y herirse de esa manera, menos aún siendo hermanos (se nota que nunca ha viajado a México).

En pleno declive, y como hacía ya más de dos décadas, los incorregibles Davies continuaban con sus pleitos dentro y fuera de los estudios  de grabación, sin embargo, el efecto lacerante del genuino maltrato verbal y físico, era más notorio y cual gangrena , acabó de forma más rápida y fulminante con el por entonces ya moribundo cuerpo musical de los Kinks, no sin antes recibir la entronización al recinto de los inmortales en 1990: El Salón de la Fama del Rock and Roll.

Desde 1996 no volvieron a trabajar juntos. Por sus propias declaraciones se conoce que podrían pasar dos o tres años sin cruzar media palabra, y cuando lo hacían por exigencias de negocios era mediante un correo electrónico. Casi nunca en persona. Finalmente el ayuno de amor filial terminó el pasado 19 de diciembre de 2015, cuando Ray subió al escenario del Islington Assembly Hall, en Londres, durante un concierto ofrecido por su hermano menor. Ahí, sin previo aviso ni ensayo (al menos eso se dijo oficialmente) los dos hermanos interpretaron “You Really Got Me” , como un regalo anticipado de navidad.

 Este acontecimiento abrió las puertas para que se especulara una reunión para fin de año de éste 2016, donde además participara el baterista original de la banda Mick Avory y posiblemente el bajista John Dalton o el tecladista John Gosling, quien estuvo durante casi toda la década de los 70`s con ellos.

La histórica reunión del 19 de diciembre de 2015

Una reunión después de 20 años de silencio sería una espada de doble filo. La mejor prueba de que el amor a la música de éstos peleoneros hermanos, trascendió sus diferencias, o quizá el amargo punto final que requieren pasar antes de decirse adiós definitivamente, ya que el final del camino se acerca peligrosamente para ambos. 

Respecto si algo cambiaría en su relación, el mismo Ray se encargó de señalar en una entrevista que se le realizó en 2008 sobre un posible retorno Kink , que finalmente “Yo seguiré siendo el hermano mayor, por lo que le guiaré, le forzaré y le educaré, y cuando llegue la hora supongo que le volveré a gritar” 

Es curioso observar a dos ancianos que al final del camino se reencuentran haciendo lo que siempre amaron, para lo que fueron tocados por los dioses, en un escenario modesto, lejanos los días de estadios y de gloriosas canciones como “Waterloo Sunset” , “Lola” , “See My Friends” “A well respected man” y muchísimas otras. Los dos hermanos con problemas para moverse, uno de ellos con su inseparable Gibson en la mano, el otro, ataviado con un pequeño sombrero de felpa, abrigo corto de lana inglesa y una botella pequeña con agua, para afinar la garganta. Después de un breve saludo , el líder Kink vuelve al centro del escenario, casi inmóvil, con una cansada pero aún poderosa voz, el magnetismo de su sonrisa burlona vuelve a atraer sobre sí los aplausos, los reflectores, las miradas… A su lado, observándolo, apoyando cada fraseo de su voz  con su incomparable riff,  Dave Davies vuelve a ser joven, vuelve también a realizar los coros, vuelve a ser cómplice y admirador de su hermano, vuelve al solo de guitarra inmortal en el puente de la canción, vuelve a incendiar la tonada inmortal : “You really got me”

Sin duda un buen epitafio compartido para ellos sería parte de la letra de aquel corrido que inmortalizara el Charro Avitia: “Dos hermanos muy buenos que tuvieron que pelear”, pues parece que a través de sus interminables sainetes, papelones , dimes y diretes, los Davies tuvieron el suficiente combustible para mantener viva la llama Kink.


Los dos como parte de un ying yang disfuncional, un virtuoso de la palabra, un virtuoso de las seis cuerdas, un par de músicos que en el fondo (tal vez muy en el fondo) de sus imbatibles egos, guardan un genuino amor filial, el uno para el otro.

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